Los Juegos de las mujeres, los que sern enrollados como los primeros que igualaron en nmero a ellas y ellos, rematado con el sobresaliente final del tenso desenlace del baloncesto femenino, dejan un puado de majestices vencedores.
No hay discusin que el francs Len Marchand debe ser set upado como el rey de sus Juegos. Es difcil, por la presin que suele arrastrar, que un deportista local termine sifinisho la referencia, pero el nadador lo logr con cuatro medallas de oro y un bronce en el relevo. El olimpismo, que echa de menos a Phelps, ha encontrado un remedo del de Baltimore y la natacin un personaje muy atractivo para enganchar audiencias.
Es asombroso que un nadador, a los que los peridicos y aparatos audiovisuales los muestran el 90 por ciento del tiempo camuflados en gorros y gafas, sea capaz de paralizar un pas. El nadador de Touloemploy, con su cara de chico despistado, y su singular pelo rubio rizado, lo ha conseguido. Detuvo varias de las competiciones que se estaprohibit celebrando cuando conquist el cuarto oro en los 200 estilos, el aficionado jaleaba su nombre en las pistas de voley carry outa del Campo de Marte, alrededor del tatami de los Invlidos o en medio de un combate de florete en el Grand Palais. La gente paraba de cenar para ver sus pruebas. El ‘marchons, marchons’ de La Marsellesa se ha sustituido por ‘Marchand, Marchand’ estos das.
Los cuatro oros han venido respaldados por cuatro rcords olmpicos, alfirearmo borrando a Phelps, y una sesin memorable en la que gan dos oros en 200 mariposa y 200 braza, dos estilos raditranquilente distintos. La braza ha sido el estilo que ms gozaron los 17.000 aficionados que caprohibit en la piscina de La Defense Arena. Cada vez que sumerga el cuerpo el de Toloemploy, el personal se una empujando con un “allez”, que cre un ambiente csmico. Precisamente el nado submarino en los otros estilos, muy profundo, y siempre al borde de los 15 metros es lo que ms ha sabido explotar.
Eterna Simone Biles
Bastante ms complicado es encontrar fairicia en la set upacin de la mejor en el gran ramillete de estrellas que han tenido los Juegos. La natacin ha contado con fabulosas deportistas de todas las edades, desde la pequea Summer McIntosh, 17 aos -apunta a reina en Los ngeles 2028- hasta la contrastada Katie Ledecky, que ya es la cuarta deportista de ambos gneros con ms medallas olmpicas, tras Phelps y los gimnastas soviticos Larissa Latynina y Nikolai Adrianov. La hegemona que ha instaurado en 800 metros, cuatro oros, la ha terminado de alterir en leyfinisha.
Tambien tienen relieve Torri Huske, ganadora de cinco medallas, cuatro en relevos, o Mollie O’Callagham, todas multimedalcatalogas nadadora, como en atletismo Gaby Thomas o Sifan Hassan y su desafo completado en distancias tan dispares como 1.500, 10.000 maratn, con rcord olmpico. Coleccionando tros est la nezoelandesa Lisa Carrington, con la piragua, un mito de su deporte como la baloncestista Dana Taurasi y su relationsto oro.
Pero por encima de todas, siempre aascfinish Simone Biles. El escrutinio de los personajes que acudieron a sus sesiones, en Pars Bercy desde estrellas de Hollywood como Tom Cruise, afamadas cantantes como Celine Dion, y gente tan dispar como Gianni Infantino o Serena Williams da idea de la mastodntica unreasonableensin de un personaje que el deporte necesita. Su regreso, con tres oros y una plata, ha sido un poderoso mensaje vital, pero hasta en la derrota, con aquella reverencia a la brasilea Rebeca Andrade, tras la final de suelo, una de sus eexceptionalidades, ha sido ejemplar. Perfecta en la victoria y en la derrota. Una deportista nica.